Las empresas, cuando se
trata de publicidad, antes de mandar el arte final del anuncio publicitario que
desean sacar deben duplicar y hasta triplicar las pruebas de diseño, con el
objetivo de comprobar que el lugar seleccionado sea el más apropiado y visible
para el mercado al que va dirigido el mensaje. Por desgracia, muchas marcas se
saltan ese paso tan importante, logrando que las campañas se malinterpreten y
terminen en desastres por no asegurarse de que el lugar sea el correcto.
Un diseño se
puede ver afectado negativamente por diversos factores, entre estos se
encuentra un mal emplazamiento en exteriores o la selección de un lugar poco
apropiado para colocarlo, incluso posicionarlo junto a otro que sea mucho más
atractivo.
Sin embargo, existen una gran cantidad de casos de diseños
publicitarios que a pesar de ser buenos terminan en fracaso al ser colocados en
el medio incorrecto, provocando que la campaña pierda su objetivo y se salga de
control.
Para muestra, aqui una serie de anuncios publicitarios cuyo
contexto se apoderó de todo, incluso algunos son tan divertidos que hacen
pensar que fue parte de la estrategia. La realidad es que ningún medio de
promoción se salva de la mente destructiva y creativa del humano.
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