El Románico es el arte
de la plena Edad Media y del Feudalismo. El estilo artístico se adapta a una
sociedad ruralizada, inculta, controlada intelectualmente por la Iglesia. Por
eso va a ser el arte de la irracionalidad, el oscurantismo y el misterio. Es un
arte relacionado con la fe, surgido de una cultura teológica.
Hay que destacar que la arquitectura es en
el Románico, lo más importante. La escultura y la pintura no existen al margen
de la religión y su lugar de destino es siempre el templo, la iglesia o el
monasterio. La escultura y la pintura se supeditan a ornamentar el edificio
románico.
El arte románico en general es muy
geométrico, emplea formas simples, rotundas, que indican una vuelta a la
sensibilidad primitiva y rural. Esa ruralización de formas que vimos al final
del Imperio Romano la retomamos ahora. El Románico es un arte rural, de campo,
lejos de los refinamientos cortesanos y de la sensibilidad urbana. Se busca la
pureza de formas, líneas verticales y horizontales, arco sencillo, decoración
tosca y sencilla, composición simple de volúmenes. En arquitectura la
distribución de volúmenes y espacios es sencilla y simbólica. Nunca se
realiza una iglesia románica por el simple placer estético. Lo que prima es
la exaltación religiosa. Una iglesia no es tampoco una bella composición
espacial sino una ofrenda a Dios. La iglesia debe ser la plasmación del alma
humana: la fachada es lo que primero se ve, es el rostro del edificio y por eso
debe ser atractiva, pero el interior debe ser sencillo, fuerte, oscuro y
recogido como el alma cristiana. Se olvida el concepto del arte autónomo y se
convierte en un medio de alabanza a Dios.
Arquitectura
La Abadía de Cluny es el primer
monumento con todas las características fundamentales del estilo. Estos logros
y este estilo se transmiten desde Cluny a través de todas las vías de
peregrinación y sus portadores son los propios monjes cluniacienses, que son
los arquitectos de la época.
Por eso la arquitectura románica es
clerical, tanto porque es el único consumidor como también porque son los
únicos que saben hacerlo. Los cluniacienses recorren la principal vía de
peregrinación de la época: el Camino de Santiago y va sembrando su huella con
iglesias y monasterios, aunque el primer foco auténtico de románico es el
Norte de Italia, la Lombardia.
Las columnas Románicas: se utiliza
sobre todo como elemento de soporte de las cubiertas menos pesadas: naves
laterales, bóvedas de girola o el techo del claustro, pero es en este último
cuando la columna adquiere verdadera importancia. La columna románica es
diferente a la clásica: parte de un plinto cuadrado a modo de basa, un fuste
liso muy desproporcionado entre grosor y altura y un capitel grande,
troncocónico y decorado con temas vegetales, hojas de parra con tallos
retorcidos, o temas de animales, frecuentemente figuras monstruosas de animales
o personas. Estas figuras fantásticas, de auténtico furor expresivo, deben adaptarse
a su marco arquitectónico en formas extrañas.
Escultura
Los pueblos bárbaros cultivaron la
escultura con poco entusiasmo, sobre todo la monumental, que fue la más
frecuente en el mundo romano. Ostrogodos, francos, lombardos y visigodos
hicieron escultura de pequeñas dimensiones, ornamental y orfebre. Por lo tanto
la tradición escultórica antigua se perdió.
Pintura
La pintura románica es igualmente decorativa. No se concibe como
arte autónomo y no tiene importancia en sí misma sino como ornamentación de
paredes dentro del templo. Tiene su origen directo en las miniaturas bizantinas
que luego pasan a los monjes prerrománicos de la primera Edad Media. Son
miniaturas de manuscritos de donde el pintor románico extrae técnicas y
temas. Él sólo tiene que continuar esa tradición y traspasar los límites de
la miniatura para realizar los murales al fresco que decoraban la mayoría de los
templos románicos. La pintura es, como la escultura, de tipo simbólico y no
se preocupa del aspecto naturalista o estético de las figuras. La realidad no
les interesa porque tanto santos, como ángeles, como la figura de Cristo o la
de la Virgen pertenecen a un mundo platónico, el de las ideas, y no se parece
en nada al real o sensitivo. por eso la pintura utiliza la realidad sólo como
soporte hacia el mundo que hay por encima. Los personajes tienen casi todos las
mismas proporciones y gestos, son sólo figuras
convencionales y colectivas.
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