domingo, 16 de noviembre de 2014

CONCEPTOS Y ASPECTOS PARA UN BUEN BRANDING


Cuando construimos la identidad corporativa de una empresa, el proceso de construcción de un logo es algo que no debe dejar paso a la improvisación. Dependiendo de la empresa, marca o persona que represente, su contexto histórico y social, su competencia y lo que quieren comunicar y en lo que quieren diferenciarse, debemos hacer una cosa u otra para conseguir un buen trabajo de branding.

Los aspectos previos a la hora de realizar una marca que deben considerarse son: el target al que va destinado, (niños, adultos, poder adquisitivo, país, sexo, gustos…) dónde se verá el logo (web, papelería, publicidad exterior). Todo esto para, finalmente, transmitir emociones y comunicaciones memorables sobre lo que hace la empresa.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta también es lo que comunica el logo. Y esto se estructura en dos niveles. Por un lado tenemos el nivel es semántico: el significado determinado del logo en sí mismo,  que inmediatamente enlaza con una cadena de significados. Por otro lado está el nivel estético: lo que comunica la forma del logotipo en sí misma.


A estas alturas debemos tener claro que el proceso de diseño no es algo en donde el azar deba tener peso alguno. No hablamos de arte puro, sino de un diseño que debe cumplir la función para la que estaba destinado: Comunicar de manera correcta diferentes aspectos de la empresa, entidad o persona que representa.

Resumiendo conceptos, una marca debe ser:

Simple, fácil de escribir.

Práctica, apropiada para insertarla en diferentes medios.

Consistente, fiel reflejo de la comunicación  la compañía.

Única, diferenciada de la competencia.

Memorable, que se grabe en la mente del consumidor.

Un reflejo de los valores de la marca.

Adaptable a distintos medios, a los cambios del target.

Defendible  lo largo del tiempo. No debe quedar obsoleta al poco tiempo.

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