De la misma manera en que el diseñador mejora sus técnicas
gráficas, debe cultivar su destreza en la investigación.
Por muy claras que le parezcan nuestras ideas iníciales, es algo comun que no se obtenga lo que uno espera, como sonsejo inicial es hacer bocetos rápidos
para registrar las ideas visuales en un cuaderno, también debemos tomar
apuntes y referencias sobre el tema en el cual está trabajando..
Esto quiere decir que los diseñadores debemos tener en cuenta las
influencias, los estilos y las modas que habrán de orientar sus decisiones de
diseño. Es que su nuestro trabajo pretende tener algo que decir al destinatario y, en
consecuencia, no puede desatender a las preferencias estéticas de aquellos a
quienes se dirige su obra.
En esta etapa la tarea consiste en conseguir la máxima
información y el mayor número de ideas posibles, en forma de notas, esquemas o
fotografías, en relación al “gusto” de los destinatarios.
Para asegurar esto, las actuales técnicas de investigación
de mercado son muy sofisticadas. Permiten armar un perfil del destinatario, a
partir del cual el diseñador puede dirigir sus decisiones compositivas con
calculada precisión. Las preguntas guía que someten el trabajo de diseño a
escrutinio, son: ¿A quién se dirige el diseño? ¿Qué tipo de alcance debe tener
el planteo visual del tema? ¿Cómo se puede atraer la atención de ese público en
particular? Para responder a estas preguntas es necesario estudiar al público
destinatario, sus intereses y su estilo de vida.
Si la investigación está bien realizada, el diseñador
planteará su trabajo apoyado en esquemas estilizados de manera acorde a la
sensibilidad de aquellos a quienes se dirige, y su composición poseerá un
fuerte sentido de época dentro de un contexto cultural actual.
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