Las ideas de serie y de interacción o
interconexión, forman uno de los ejes principales sobre los cuales gira el
pensamiento en diseño.
Una vez analizados los elementos visuales básicos,
ingresamos ahora al campo de las interacciones seriales.
Una serie es un conjunto de elementos relacionados
entre sí, que se suceden unos a otros según un criterio determinado. Las formas
básicas son los elementos con los cuales construimos series, pues funcionan
como partes individuales que pueden ser permutables y concatenadas.
La secuenciación de los elementos de una serie,
produce efectos exaltadores de armonía y de orden en los procesos de
composición y de organización formal.
Para la invención y la transformación de unidades
formales en series de elementos, se requiere disposición creativa y
conocimiento de los principios que construyen el lenguaje visual.
A la forma unitaria que se reproduce en serie la
llamamos módulo. Los granos de arena, las olas, las nubes, las hojas, las
flores, los frutos, las semillas, etc. son formas modulares que se repiten en
el espacio y en el tiempo. No son formas iguales, pero son similares; es decir
que sin ser iguales son igualmente lo mismo. Esto nos permite percibir cómo se
manifiesta en las cosas la presencia de la unidad (lo permanente) en lo diverso
(lo cambiante).
Crear un diseño a partir de la seriación modular,
es la ejercitación primera para proveerlo de estructura y de orden, porque el
principio serial permite conferirle rigor y claridad a la imagen ecléctica y
confusa de nuestro entorno. La estructura modular permite así obtener múltiples
desarrollos compositivos.
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