La utilización de desnudos en imágenes
publicitarias, es un recurso que puede resultar realmente útil y atractivo para
el consumidor, pues vivimos en una época
en la que debemos vender primero emociones para luego vender productos y es un
hecho innegable que no hay emoción más anhelada y universal que el sexo.
El término pornografía
originalmente fue utilizado para nombrar escritos eróticos y censurados por la
sociedad, actualmente utilizamos el término para designar imágenes de desnudez
o actitudes eróticas.
En publicidad podemos decir a
breves rasgos que la pornografía está presente en la publicidad enfocada a la
clase baja y a la clase alta, así se evidencia en la típica publicidad de mujeres
semidesnudas que se utilizan para publicitar mercancías tales como llantas,
cerveza, material de construcción que podemos encontrar en cualquier mecánica o
tienda de barrio.
Con una mejor producción y
modelos mejor pagados, observamos también el desnudo en publicidades de marcas
reconocidas y exclusivas como es el caso de Dolce&Gabbana, que nos muestran
mayor nivel de desnudez y erotismo en sus campañas. En la publicidad dirigida a
la clase alta observamos que aparece el desnudo masculino, el cual está
absolutamente ausente en los otros dos niveles sociales.
Hacer publicidad con desnudos incluso en
actitudes explícitamente sexuales, puede arrojar resultados muy estéticos y
comercialmente exitosos, siempre tomando en consideración la legislación de la
localidad donde serán expuestos. Como comunicadores debemos abandonar los prejuicios y tabúes pues una vez que abrimos
nuestras mentes, éstas jamás se volverán a cerrar.
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