De los 8 bits a los 1080p, la gráfica en los videojuegos

En esta breve reseña veremos el crecimiento gráfico de algo que se ha convertido en el hobby de mayor disfrute para algunos: Los videojuegos.

Hace 50 años la sociedad no hubiera logrado que imaginar, que los videojuegos se volvería una de las mayores industrias de entretenimiento.

Desde el legendario Tennis for Two creado en 1958 por  William Higinbotham, siendo considerado el padre de los videojuegos.

Desde ese robusto e humilde inicio como un proyecto de laboratorio, en la decada de los 70 empezo una carrera entre las diferentes compañías para alzarse como la numero uno entre las cientos de la industria.

La era de los 8-bits

En los 80, se empezó a utilizar la arquitectura de 8-bits, dando lugar a gráficos revolucionarios  nunca antes vistos en los videojuegos, sentando el pie en algo que no se tomó en cuenta antes: Las gráficas.

¿Quién no conoce a este adorable personaje llamado Mario?

A los inicios de los noventa, la industria contaba con la arquitectura de 32-bits, cuando Nintendo llego a revolucionar con las arquitectura de 64 bits con su consola Nintendo 64 ( porque no hay nada mejor que poner Nintendo 64 a tu consola de 64 bits).

vemos una búsqueda del 3D, y por tanto el desarrollo de software especializado en este apartado.

Super Mario 64 sorprendió a la audiencia por sus innovadoras gráficas en 3D.

Al llegar Half-Life, el 3D ya no era el hype del momento, si no la utilización de texturas, los rostros, la iluminación, dando lugar a empresas como Epic Games tomen lugar con su motor gráfico Unreal (al cual debemos la calidad de imagen de algunos juegos de la anterior generación).

Pero se preguntaran,¡¿en qué $%@!? nos afectó a los diseñadores?!

Y la respuesta es simple, abrió un mercado totalmente nuevo para los diseñadores.

Haciendo un viaje más al presente, un videojuego ya no conlleva simplemente un grupo de programadores. Conlleva a todo un equipo de programación, publicidad, marketing y de diseño especializado en diferentes aspectos  (diseño de personajes, diseño en 3D, diseño de escenarios, ambientación, etc.)

Actulamente trabajar en uno de estos equipos es el sueño de muchos de nuestra generación, que tal vez sonando un poco pretencioso, logran realizar verdaderas obras de arte.

Bioshock Infinite (2013) fue nominado para los mejores videojuegos del año, gracias a su rica historia y a su excelente aparatado gráfico.

 No me queda más que decir, que como diseñador y como gamer, no puedo esperar para ver con que nos sorprenderán cada año esta industria que además de ser consumidores de ella, podemos formar parte si nos lo proponemos.